
Hoy me detuve, un instante tan solo y me dedique a observar a la gente, me senté tranquilo, como si el tiempo no fuera nada y mire, mire en silencio, mire como un fantasma, la gente pasaba y pasaba y no notaba mi presencia, era como un sombra, una nada un todo, un ser animado pero inmóvil.
Al paso de unos minutos prendí un cigarro y seguí mirando como si nada y me di cuenta que la gente que me rodeaba eran como hormigas, las había de todo tipo, más que nada obreras, pasaban cargadas, como si estuvieran obligadas a deambular por la ciudad, como si los paquetes y bolsas fueran parte de su vida, recorrían las calles y no me veían observarlas, termine de fumar y decidí seguir observando y mientras más lo hacía más similitudes encontraba entre las hormigas y la gente.
Pasó una hora y decidí marcharme, me enderecé y comencé a caminar y mientras lo hacía sentí algo raro en la cabeza y buscando por todos lados encontré una vitrina en la cual mirarme. Y al hacerlo fue más grande mi sorpresa ya que tenía un par de antenas que salían de mi frente y en vez de humano parecía una hormiga más…
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