martes, 22 de septiembre de 2009

Esperando a la Nada


Hoy me senté a esperar a la Nada, me senté durante horas a esperar, los nervios me tenían loco, no tenía mucha fe en que llegaría, mas cuando la vi quede impresionado, era mi primera cita a ciegas y nunca creí que sería con la Nada.

La conocí en un chat; cuando leí ese nick me impresiono, comencé a hablar con ella para saber si era una broma pero con el tiempo me di cuenta que en realidad era la Nada, algo en su forma de hablar del mundo, de la vida y esa especie de distancia que tenia con la vida me convenció.

¿Pero cómo puedes ser la Nada le pregunte?

Me escribió que porque fuera la Nada no significaba que en realidad no fuera nada, me quede pensando en esa respuesta, aunque no me convencía algo de cierto podía tener, total quien soy yo para sentirme dueño de la verdad, si es tan raro el mundo tal vez la Nada era algo más que simplemente nada.

Luego le ofrecí conocernos en persona, me dijo que estaba de acuerdo, pero que quizás no sería como yo creía que era, si es que la Nada puede ser algo. Le respondí que fuera como fuera sería algo, lo cual ya era intrigante, y que no se preocupara por lo que yo pensara, lo importante para mí era conocer a la Nada, tenerla frente a frente, preguntar las cosas que solo la Nada podría responder.

Mientras se acercaba me fije realmente como era, tenía una silueta única, era la mujer más esbelta que hubiese visto, su pelo era negro, ondulado con un suave tono azulado, su piel era tan blanca, sus ojos eran de un azul profundo parecido al mar y su rostro tan y poco expresivo a la vez, que nunca pude saber que sentía, no puedo explicar cómo pero me reconoció al instante, fue como si al ser la Nada abarcara todo, nos rodeara y en realidad siendo la nada fuera todo.

Nos sentamos a conversar y hablamos una eternidad, era como si al lado de ella el tiempo no existiese, cada minuto que pasaba nos parecía una hora y cuando todo fue dicho nos despedimos nos dimos un abrazo y quedamos de juntarnos nuevamente, y es así como cuando me siento solo desaparezco un momento de la tierra y me siento en la plaza a esperar a la Nada, y cuando llega, juntos hablamos, reímos y hacemos todo lo que no te puedes imaginar que se puede hacer con la Nada y espero seguir haciéndolo hasta que no quede nada más…

No hay comentarios:

Publicar un comentario